8.6.09

PARAÍSO FISCAL

Por el Sr. Camacho
Postal de "Paraíso Fiscal".

Algún calabozo perdido en una seccional policial. Escritorio en una punta. En la otra, calabozo clásico. Frazada al piso. Tacho. Fotos de minitas en la pared.

El oficial Murúa trae a Julito, de prontuario físico inquietante. Gorrita que oculta sus ojos vivaces listos para delinquir, remera rota de haber saltado alguna cerca delimitante de propiedad privada.
Se acuesta sobre un colchón seguro portador de innumerables gérmenes.

Luego ingresa a un trajeado nervioso y pálido. Buster Keaton asustado. Quiere hacer una llamada pero no. Lo esperan a comer, dice.
Es Majul Flores. Lindo nombre.
El agente Murúa se va y lo deja donado.
Desde la profundidad de las mantas infectas surge Julito. Recién despierto da aún más temor.
Flores quiere transar y le ofrece su saco.
“Qué lindo culito que tenés”, observa Julito con precisión.
Pero luego le pide un pucho y le dice que es un chiste mientras el otro transpira cataratas del Iguazú.

“Cuánto calzas” Así, sin pregunta, de pecho flaco nomás.
Flores se los da. Julito los tira.
“Agachate a buscarlos”
Pausa larga e intimidante.
“Es broma, gil”

Hay mucho nervio hormonal en el aire viciado.

Julito saca una faca.
Qué faca saca, Julito.
Sí. La faca saca.

Majul Flores intenta generar código, intenta meter jerga carcelaria sin éxito.
“Vo´ so´ puto. Te vamo´ a hacer la argolla”

Fuá.

Majulito ya no sabe qué hacer para zafar. Mira para el techo. Se tapa la cara.
Todo sigue por un tenso camino de explosivos.
Le hace bajar los pantalones.
Se los hace subir.
Lo hace sentar en un tacho que viene a ser un inodoro.
Lo hace levantar.
Julito tiene un plan parece. Con la faca puntear a Murúa.
Lo hace “embrollar” a Majulito que se resite.
El suplicio sigue hasta que vuelve el agente Murúa.
Les dicta una clase de crochet como un plan cultural para insertarlos en la sociedad.
Es una especie de veterana de Utilísima pero vestida de policía.
La musiquita de tv lo acompaña en punto arroz.

Hacen un ejercicio integrador que consiste en pasarse un ovillo de lana mientras se presentan ante el otro.
“Hola. Soy Majul Flores. Tengo una empresa… re-chiquita…Estoy acá porque fui a la AFIP a blanquear y me pusieron como que tengo niños como empleados”

De modo inexplicable Murúa termina semi apuñalado dentro de la celda.
Julito propone un jueguito sexual.
“¿A vos te cabe el fiambre? Mientras esté caliente le damos”

Justo llega un trajeado de portafolio abogado defensor del indefendible Julito que cada vez tiene más causas. Defendido y defensor se quejan del sistema.

“El sistema nos hace mal. Yo no puedo cambiar el auto”, observa el abogado enredador.
Majul Flores le pide ayuda. El abogado consulta en su compu por wi fi.

“Tenés para 20 años. Te han hecho una cama, mi amor.”

El abogado defensor y Julito tienen mucho en común y lo someten a Majulito a un secuestro Express con un amigo.
Julito hace el embrollo por teléfono y le hace depositar dinero en una cuenta.
Luego se van libres.
Y Majul Flores se queda en la celda.
Con la frazada para él solo.

Murúa fue Marasini. Julito fue Cáceres. Majul fue Dreizik. El abogado fue el otro Cáceres.

Lo Minúsculo: La peligrosidad tumbera subyacente.

Lo Inesperable: Que el preso experiente no sometiera a vejámenes varios al iniciático. Casi se vislumbraba

Trivia: Un integrante del elenco: “Marcos me da miedo”

Calificación: Cinco puntitos. En el dorso de la mano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no vi el minusculo y no entendi nada de la sinapsis. Eso es malo.

Anónimo dijo...

me gustaria que se contacten con migo con urgencia Soy José Majul FLores les dejo mi mail y mi telefono 154031507 es por un asunto delicado a tratar muchas gracias

Anónimo dijo...

la verdad fue lo peor q lei en mi vida...muy pero muy malo...no se entiende y si la gente no lo entiende no sirve para nada...no se rebusquen al pedo... no va a ser mejor mientras mas complicado lo hagan...