Tempranísimo en este año 2009 comenzó la nueva edición del Teatro Minúsculo de Cámara. Un ciclo que temáticamente trata de lo mismo de siempre pero hábilmente rotulado con un slogan que promete ruborizarnos pero que apenas nos mete un poco de stencil hidro lavable.
Lo altamente gratificante fue la presentación especial del Padre “Quito” Mariani, un señor que piensa lo que quiere pensar sin envolverse en un santo sudario de seda italiana comprado en boutique pro de Nueva Córdoba.
Con envidiable lucidez y soltura envidiada por varios de los actores presentes, se apropió del escenario y habló en latín, pero no para citar ninguna sospechosa encíclica sino para pasearnos por los recovecos caprichosos del arte. Y luego, llevó a la pletórica platea de la mano por la senda poética de la historia de los pecados capitales en cuartetas nada previsibles que detonaron risas pero también el silencio helado del pensamiento.
Pocas veces se está en presencia de un hombre sabio. Los que estuvieron esa noche saben que hubo mucha más luz que la de la portátil naranja de 25 W que acompaña habitualmente la noche de los Minúsculos.
10.3.09
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1 comentario:
no puedo cree que no haya comentarios sobre esta obra. que os pasa letargicos expectadores, el poema sobre los pecados y capitales y todo la fuerza que salio esa especial noche solo se comenta en facebook, es la muerte de los blogs.
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